El acné es una de las afecciones cutáneas más comunes, que puede aparecer tanto en adolescentes como en adultos. Más allá de ser un problema estético, el acné puede afectar a la autoestima y a la calidad de vida, especialmente cuando es persistente o moderado/ severo.
Esta condición se produce cuando la glándula sebácea se obstruye con exceso de grasa y queratina, lo que facilita la proliferación de bacterias y la inflamación. Aunque no siempre se puede prevenir por completo, conocer los distintos tipos de acné, sus causas y los tratamientos disponibles permite abordarlo de manera efectiva y minimizar posibles cicatrices.
En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de acné, qué factores contribuyen a su aparición y cuáles son los tratamientos más recomendados según cada caso.
¿Qué es el acné?
El acné es una enfermedad inflamatoria de la piel que afecta principalmente a las glándulas sebáceas. Se caracteriza por la aparición de lesiones en forma de puntos negros (comedones), espinillas (pústulas), quistes y nódulos. Aparece en la cara, la espalda y el tórax.
Las causas del acné son múltiples interviniendo en su aparición una combinación de factores:
Glándulas sebáceas más grandes y con mayor producción sebácea
Proliferación bacteriana: las bacterias Cutibacterium acnes (anteriormente Propionibacterium acnes) se multiplican en los folículos pilosos y en las glándulas sebáceas, provocando inflamación.
Aumento de andrógenos circulantes o hiperandrogenismo periférico
Inflamación: la respuesta del organismo frente a las bacterias y la hiperseborrea genera enrojecimiento, dolor y, en casos graves, nódulos o quistes.
El acné puede clasificarse según su gravedad:
Leve: predominan los puntos negros y espinillas pequeñas, con mínima inflamación.
Moderado: presencia de pápulas y pústulas más frecuentes, enrojecimiento visible.
Severo: lesiones profundas, quistes o nódulos dolorosos, con alto riesgo de cicatrices permanentes.
Qué tipos de acné hay
El acné puede manifestarse de formas muy distintas según la edad, el tipo de piel y cuál es la causa predominante.
1. Acné comedónico (no inflamatorio)
El acné comedónico es la forma más leve de acné. Se caracteriza por la aparición de puntos negros y blancos debido a la obstrucción de la glándula sebácea. Generalmente no provoca inflamación significativa ni dolor, pero puede ser un primer indicio de desequilibrio en la piel si no se trata adecuadamente.
Características y causas principales:
Puntos negros (comedones abiertos) y puntos blancos (comedones cerrados).
Mínima inflamación, generalmente sin dolor.
Predominante en adolescentes, pero puede aparecer en adultos.
Suele estar relacionado con piel grasa y exceso de sebo.
Puede agravarse por higiene inadecuada o uso de productos comedogénicos.
2. Acné inflamatorio
El acné inflamatorio se manifiesta cuando la obstrucción de la glándula sebácea provoca una respuesta inflamatoria. Aparecen pápulas y pústulas rojas, a menudo sensibles o dolorosas. Este tipo de acné tiene mayor riesgo de dejar marcas si no se trata a tiempo y requiere un cuidado más específico que el acné comedónico.
Características y causas principales:
Pápulas: pequeñas protuberancias rojas e inflamadas.
Pústulas: lesiones con pus visibles en la superficie.
Enrojecimiento y sensibilidad local.
Además de en la cara puede aparecer en la espalda y el pecho.
Relacionado con exceso de sebo, bacterias cutáneas y predisposición genética.
3. Acné quístico o nodular
El acné quístico es la forma más severa de acné. Se producen nódulos o quistes grandes y dolorosos que se desarrollan profundamente en la piel. Es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes y tiene un alto riesgo de cicatrices permanentes si no recibe tratamiento médico especializado.
Características y causas principales:
Nódulos: protuberancias profundas, firmes y dolorosas.
Quistes: lesiones fluctuantes situadas bajo la piel.
Comedones cerrados y abiertos
Predomina en la cara, la espalda y el pecho.
Relacionado con desequilibrios hormonales, predisposición genética y, en algunos casos, factores externos como medicamentos o estrés.
4. Acné hormonal
El acné hormonal es frecuente en mujeres adultas y está relacionado con cambios hormonales. Las lesiones suelen concentrarse en la zona inferior del óvalo facial y en el cuello. Puede cursar en forma de brotes, siendo frecuente que empeoren con la ovulación, o que aparezcan con tratamientos con progestágenos o algunos anticonceptivos.
Características y causas principales:
Lesiones inflamatorias recurrentes, a menudo dolorosas.
Localización típica: mentón, mandíbula y zona superior del cuello.
Relacionado con alteraciones en las hormonas sexuales.
Puede estar asociado a la menstruación, el embarazo o al síndrome de ovario poliquístico.
Suele requerir tratamiento combinado tópico y, en algunos casos, hormonal.
5. Acné por fricción o mecánico
Este tipo de acné se produce por presión u oclusión constante sobre la piel, como el uso de ropa deportiva no transpirable o por el roce en zonas al tocar instrumentos como el violín.
Características y causas principales:
Lesiones localizadas en áreas de roce o presión (espalda, tórax, glúteos).
Puede ser comedónico o inflamatorio.
Relacionado con la fricción repetida, la sudoración y la ropa ajustada.
Puede empeorar si se combinan factores hormonales o piel grasa.
6. Acné conglobata
El acné conglobata es una forma grave y poco frecuente que suele afectar a adolescentes y adultos jóvenes. Se caracteriza por lesiones profundas interconectadas que forman abscesos y nódulos extensos, con alto riesgo de cicatrices permanentes.
Características y causas principales:
Nódulos y quistes subcutáneos dolorosos y extensos.
Presencia de abscesos y exudado de los mismos.
Predominante en la espalda y en el tórax
Alta inflamación y riesgo de cicatrices profundas.
Suele requerir tratamiento médico rápido, combinando antibióticos, antiinflamatorios, isotretinoína y, en algunos casos, drenaje quirúrgico.
Tratamientos para el acné, según su tipo
El tratamiento del acné depende del tipo y la severidad de las lesiones. No todos los acnes requieren la misma intervención, y en muchos casos es necesario combinar varias estrategias para obtener resultados óptimos.
1. Tratamientos tópicos
Se aplican directamente sobre la piel y suelen ser la primera línea de tratamiento para acné leve o comedónico.
Peróxido de benzoilo: antibacteriano y antiinflamatorio; indicado para acné comedoniano e inflamatorio leve.
Ácido salicílico: exfolia y previene la obstrucción de la glándula sebácea; útil en el acné comedoniano.
Retinoides tópicos (tretinoína, adapaleno): regulan la renovación celular y atrofian la glándula sebácea. Están recomendados para el acné comedoniano y para tratar las lesiones inflamatorias leves, así como las cicatrices iniciales.
Antibióticos tópicos (clindamicina, eritromicina): reducen la hiperproliferación bacteriana y la inflamación; se usan en el acné inflamatorio leve a moderado.
Ácido azelaico, ácido glicólico y otros principios activos tópicos que actúan como antiinflamatorios y seborreguladores.
2. Tratamientos orales
Indicados para el acné moderado a severo, o resistente a tratamientos tópicos.
Antibióticos orales (doxiciclina, minociclina): actúan contra CutiBacterium acnes además de actuar como antiinflamatorios. Sobre todo están indicados para el acné inflamatorio moderado a severo y quístico.
Isotretinoína: disminuye la seborrea, los comedones y la inflamación. Indicado en casi todos los tipos de acné.
Anticonceptivos orales: para regular las alteraciones hormonales en algunos pacientes.
Antiandrógenos (espironolactona): indicado en el acné hormonal femenino resistente a tratamientos tópicos.
3. Tratamientos dermatológicos
Se trata de procedimientos realizados en clínica para casos persistentes o que necesitan intervención profesional.
Peelings químicos: eliminan células muertas y ayudan a desobstruir poros; útiles en acné comedónico e inflamatorio leve a moderado.
Láser y luz pulsada: reducen la inflamación, disminuye la proliferación bacteriana y trata las cicatrices incipientes. Está indicado en el acné inflamatorio moderado y quístico, y para tratar las cicatrices.
Extracción profesional de comedones: indicada en el acné comedoniano
Infiltraciones de corticoides: reducen la inflamación rápida de los nódulos y algunos quistes y seudoquistes de acné.
-Tratamiento de cicatrices de acné en Dermaniac (Láseres fraccionados)
En nuestra clínica, además tratamos cicatrices residuales de acné con láser fraccionado ablativo de CO₂ o láser fraccionado no ablativo (Frax). Mejoran la textura de la piel, estimula la producción de colágeno y reduce las lesiones cicatriciales. Es una opción segura y efectiva para pacientes que han superado la fase activa del acné.
4. Cuidados complementarios
Mantener una rutina de cuidado diario adecuada es clave para controlar el acné junto con el tratamiento médico. Recomendaciones:
Limpiar la piel dos veces al día con productos no comedogénicos.
Evitar tocar o apretar las lesiones.
Utilizar productos libres de grasa y no comedogénicos
Mantener una dieta equilibrada
Tipo de acné
Objetivo del tratamiento
Tratamiento
Comedónico
Desobstruir poros
Limpieza con exfoliantes (ácido salicílico/glicólico), retinoides tópicos
Inflamatorio
Reducir inflamación y bacterias
Retinoides tópicos + antibióticos tópicos/orales
Nodular
Reducir inflamación profunda y prevenir cicatrices
Retinoides tópicos y orales, antibióticos orales, corticoides intralesionales
Quístico
Tratar inflamación profunda y prevenir cicatrices graves
El acné puede afectar no solo tu piel, sino también tu confianza y bienestar. En Dermanaic, somos especialistas en el tratamiento del acné y contamos con tratamientos personalizados para cada tipo de acné, desde terapias tópicas y orales hasta procedimientos dermatológicos avanzados, incluyendo el láser de CO₂ para cicatrices de acné.
No esperes a que las lesiones o cicatrices empeoren: un diagnóstico profesional y un plan de tratamiento adaptado a ti pueden marcar la diferencia.
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