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Dermatología Quirúrgica

Qué son los fibromas en la piel y cómo eliminarlos

Dra. Elena Vargas, médico colegiada especialista en dermatología quirúrgica, estética y venereología
Dra. Elena Vargas
15/7/2025
fibromas cutáneos

¿Por qué el 30% de los adultos tiene estas "verruguitas" que no son verrugas?

Los fibromas cutáneos son crecimientos benignos de la piel que afectan a 1 de cada 3 adultos españoles. Aparecen sobre todo en el cuello, las axilas, y las ingles. A pesar de ser lesiones benignas, muchas personas desean eliminarlas, bien por motivos estéticos o porque pueden generar ciertas molestias.

Pueden extirparse mediante técnicas dermatológicas seguras como son: el afeitado, el láser o la crioterapia.

Si estás leyendo esto, probablemente ya hayas intentado buscar en Google qué son esas pequeñas protuberancias de piel que aparecieron en tu cuello o axilas. Y seguro que has encontrado mil nombres diferentes: verruguitas, acrocordones, pólipos fibroepiteliales... Un lío tremendo, ¿verdad?

La buena noticia es que no estás solo. De hecho, estas lesiones son tan comunes que las vemos a diario en consulta.

Como especialistas en dermatología, sabemos que muchas personas desconocen qué son exactamente estas lesiones, por qué aparecen y si requieren tratamiento. Por ello en este artículo te lo aclaramos.

¿Qué son exactamente los fibromas cutáneos?

Los fibromas cutáneos, también llamados acrocordones o pólipos fibroepiteliales, son pequeños crecimientos benignos de tejido fibroso que aparecen como prolongaciones blandas de la piel, típicamente de 2-5mm, conectadas por un pedículo fino.

Desde el punto de vista dermatológico, se clasifican como tumores benignos no cancerosos, compuestos por fibras de colágeno, vasos sanguíneos y células dérmicas.

Es común que aparezcan en las zonas de roce o los pliegues de la piel, como el cuello, las axilas, las ingles o los párpado

Tipos de fibromas

En dermatología, los fibromas cutáneos pueden clasificarse en dos tipos principales según su aspecto clínico y características histológicas:

-Fibromas blandos (acrocordones o pólipos fibroepiteliales):

Son los más frecuentes. Se presentan como pequeñas lesiones blandas, móviles al tacto, con forma de gota o pedículo. Suelen ser del color de la piel o ligeramente más pigmentados, y aparecen con mayor frecuencia en las zonas de fricción como el cuello, las axilas, las ingles o debajo de las mamas.

Pueden aumentar de tamaño con el tiempo y, aunque generalmente son asintomáticos, en ocasiones pueden irritarse con el roce de la ropa o con otros accesorios.

-Fibromas duros (dermatofibromas)

Estos son más firmes al tacto y tienen un aspecto más sólido y compacto. A menudo se presentan como nódulos pequeños, de color marrón, rojizo o violáceo, que pueden confundirse con otras lesiones como lunares o quistes.

Su localización más habitual es en las extremidades, especialmente en las piernas y los brazos. A diferencia de los fibromas blandos, los fibromas duros suelen estar adheridos a las capas más profundas de la piel y pueden permanecer estables durante años.

La diferencia entre fibromas y verrugas

Aquí viene la primera gran confusión que aclaro casi a diario: los fibromas NO son verrugas.

Las verrugas están causadas por el virus del papiloma humano (VPH) y sí son contagiosas. Los fibromas, en cambio, son simplemente un crecimiento excesivo de tu propia piel. No hay virus involucrado, no se contagian y, definitivamente, no se "esparcen" si los tocas.

Los fibromas suelen tener un aspecto blando, pediculado (con una base estrecha) y un color que varía entre carne y marrón claro. Por el contrario, las verrugas tienden a tener una superficie rugosa, una consistencia más firme y pueden presentarse solas o en grupos.

¿Por qué aparecen los fibromas en la piel? Causas

Los fibromas son como las canas o las arrugas: una señal más del paso del tiempo, aunque con matices importantes. Según los datos que manejamos en España, aproximadamente un 25-30% de la población adulta los desarrolla, especialmente a partir de los 30-40 años.

Su aparición se asocia a múltiples factores, aunque no siempre existe una causa única o específica. En la mayoría de los casos, se desarrollan como resultado de una combinación de predisposición genética y estímulos externos sobre la piel.

  • La edad y la genética forman el dúo principal. Si tus padres tienen fibromas, hay bastantes probabilidades de que tú también los desarrolles. .
  • La fricción constante es otro factor clave. Por eso aparecen precisamente en zonas de pliegues y roce: cuello (collares, cuellos de camisa), axilas (roce del brazo), ingles, párpados... Es como si la piel, ante el estímulo repetido, decidiera crear estas pequeñas extensiones. Los veo mucho en personas con sobrepeso, no por el peso en sí, sino por el mayor número de pliegues cutáneos.
  • Los cambios hormonales también juegan su papel. Durante el embarazo es común ver cómo aparecen nuevos fibromas o crecen los existentes. Lo mismo ocurre con ciertos desequilibrios hormonales. Una paciente me comentaba que "le salieron como setas" durante su segundo embarazo, y efectivamente, los cambios hormonales pueden acelerar su aparición.
  • La resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2 tienen una relación interesante con los fibromas. No es que la diabetes los cause directamente, pero cuando veo múltiples fibromas en una persona joven, especialmente si hay sobrepeso, suelo recomendar un chequeo de glucosa. A veces, los fibromas son la primera señal visible de un problema metabólico subyacente.

Dónde aparecen y cómo reconocer los fibromas cutáneos

Los fibromas tienen sus zonas favoritas, y no es casualidad. Aparecen donde la piel forma pliegues naturales o donde hay fricción constante:

  • Cuello: La localización estrella. Esos pequeños colgajos que notas al ponerte un collar.
  • Axilas: Segundas en frecuencia. A veces molestan con la ropa ajustada.
  • Párpados: Más pequeños pero muy visibles. Preocupan especialmente por estética.
  • Ingles y zona genital: Menos comunes pero causan más ansiedad cuando aparecen.
  • Bajo el pecho: Especialmente en mujeres, por el roce del sujetador.

Visualmente, son inconfundibles una vez sabes qué buscar: pequeñas prolongaciones de piel del mismo color o ligeramente más oscuras, blandas al tacto, que cuelgan de un tallito fino (el famoso pedículo).

Pueden medir desde 1-2 milímetros hasta ocasionalmente 1-2 centímetros. Los gigantes son excepcionales, aunque he visto alguno del tamaño de una uva pequeña.

verrugas vs fibromas cutáneos

¿Cómo saber si necesito tratamiento dermatológico?

La mayoría de fibromas no requieren tratamiento médico obligatorio al ser benignos, pero sí es recomendable la valoración dermatológica cuando causan molestias físicas, sangran, cambian de aspecto o generan preocupación estética significativa.

En el 95% de los casos, la decisión de tratar los fibromas es puramente personal y estética. No hay nada malo en querer quitárselos simplemente porque no te gustan. De hecho, es la razón principal por la que los pacientes acuden a consulta.

Pero hay situaciones donde sí recomiendo activamente el tratamiento:

  1. Cuando se enganchan constantemente. con la ropa, cadenas o al secarte, ya que pueden doler, sangrar o infectarse. Si tienes fibromas en zonas de roce constante, mejor quitarlos antes del accidente.
  2. Si sangran o se inflaman repetidamente. Algunos fibromas, especialmente los del cuello en hombres que se afeitan, viven en un estado de irritación constante. No es peligroso, pero tampoco es necesario aguantarlo.
  3. Cuando cambian rápidamente. Esto es importante: los fibromas crecen muy lentamente. Si uno de repente aumenta de tamaño, cambia de color (especialmente si se vuelve muy oscuro) o duele sin haberlo tocado, necesita evaluación.

Cómo eliminar los fibromas en la piel

Como dermatóloga, recomiendo siempre acudir a un especialista para realizar un diagnóstico preciso y elegir el tratamiento más adecuado según el tipo, tamaño y ubicación del fibroma.

Las técnicas más comunes y efectivas para eliminar fibromas incluyen:

  • Crioterapia: consiste en aplicar frío intenso con nitrógeno líquido para congelar y destruir el tejido del fibroma. Es un procedimiento rápido, seguro y con mínima molestia. Ideal para fibromas pequeños y superficiales. Congela el fibroma a -196°C, causando su destrucción celular. El fibroma se oscurece y cae en 7-14 días.
  • Electrocauterización o electrocoagulación: mediante una corriente eléctrica controlada se quema el fibroma, eliminándolo de forma precisa. Suele usarse para fibromas de tamaño mediano y ofrece resultados inmediatos. Es mi elección cuando hay múltiples fibromas pequeños.
  • Extirpación quirúrgica: en casos de fibromas grandes o con base ancha, podemos optar por una pequeña cirugía ambulatoria para remover la lesión. Se realiza con anestesia local y se envía la muestra para análisis si es necesario.
  • Láser de CO2: el láser permite eliminar fibromas con gran precisión, menos riesgo de sangrado y una recuperación rápida. Vaporiza el agua de las células del fibroma con precisión milimétrica. En Dermaniac es una de nuestras opciones preferidas para zonas delicadas

La importancia del diagnóstico profesional

¿Por qué? Porque aunque los fibromas son muy característicos, existen otras lesiones que pueden parecerse:

  • Los nevus intradérmicos (lunares que sobresalen) pueden confundirse con fibromas, especialmente cuando pierden color con los años. La diferencia es sutil pero importante para el seguimiento.
  • Las queratosis seborreicas también pueden colgar ligeramente, pero tienen una superficie más rugosa, como "con costra". El tratamiento es similar, pero conviene diferenciarlas.
  • En casos muy raros, algunas lesiones malignas pueden inicialmente parecer fibromas. Por eso, aunque la probabilidad sea mínima, la valoración profesional da tranquilidad absoluta.

Además, un dermatólogo no solo mira la lesión individual. Evaluamos el conjunto: ¿cuántos fibromas hay? ¿Siguen algún patrón? ¿Hay otras lesiones cutáneas? A veces, múltiples fibromas pueden ser señal de síndromes genéticos o problemas metabólicos que conviene investigar.

Especialistas en eliminación de fibromas cutáneos en Madrid

La eliminación de fibromas por un dermatólogo garantiza diagnóstico correcto, técnica apropiada, manejo de complicaciones y resultado estético óptimo, evitando los riesgos de cicatrices, infecciones o diagnósticos erróneos de tratamientos no profesionales.

En una clínica dermatológica como Dermaniac no solo "quitamos verruguitas". Hacemos una valoración completa de tu piel.

Entendemos que cada piel es única, por eso diseñamos planes de tratamiento adaptados a tus necesidades, ya sea que busques eliminar fibromas por razones estéticas o para evitar molestias.

Además en Dermaniac contamos con la última tecnología Láser y somos especialistas en dermatología quirúrgica y eliminación de lesiones.

¿Quieres eliminar esos fibromas que te molestan o afectan tu imagen?

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