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Dermatología Clínica

Vitamina D, Sol y Piel: Beneficios y todo lo que necesitas saber

Dra. Elena Vargas, médico colegiada especialista en dermatología quirúrgica, estética y venereología
Dra. Elena Vargas
18/8/2025
El sol y la vitamina D

¿Por qué tu dermatóloga te dice que te protejas del sol pero tu médico que necesitas vitamina D?

La síntesis de vitamina D requiere exposición solar controlada de 10-30 minutos diarios en horarios específicos, siendo posible obtener niveles adecuados sin comprometer la salud cutánea mediante un equilibrio entre exposición responsable y protección dermatológica.

Como dermatóloga, por un lado, paso mis días advirtiendo sobre los peligros del sol: cáncer de piel, manchas, envejecimiento prematuro. Por otro, sé perfectamente que necesitamos esa misma radiación solar para producir vitamina D, esencial para nuestros huesos, sistema inmune y bienestar general.

Esta paradoja confunde a muchos de mis pacientes en la clínica Dermaniac. "Doctora, ¿entonces tomo el sol o no?" La respuesta no es blanco o negro. Es más bien un equilibrio delicado que depende de múltiples factores: tu tipo de piel, dónde vives, tu edad, tu estilo de vida..

Déjame explicarte exactamente cómo funciona este proceso y, más importante aún, cómo puedes aprovecharlo sin poner en riesgo el órgano más grande de tu cuerpo: tu piel.

¿Cómo produce tu piel vitamina D con el sol?

La vitamina D es una hormona esencial para múltiples funciones del organismo, y una de sus principales fuentes es la exposición solar.

Cuando la piel recibe  la radiación ultravioleta B (UVB) del Sol, una sustancia presente en la epidermis llamada 7-dehidrocolesterol, absorbe esta energía y se transforma en previtamina D. Piensa en ella como una vitamina D "dormida" esperando ser activada.

Esta, a su vez, se convierte por efecto del calor corporal en vitamina D3 (colecalciferol). Una vez formada en la piel, la vitamina D3 pasa al hígado y luego a los riñones, donde se activa para cumplir sus funciones en el cuerpo, como la absorción del calcio, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la salud ósea.

Por qué no todos los rayos solares sirven

Aquí es donde muchos se confunden. No toda la radiación solar produce vitamina D. Los rayos UVA, que representan el 90%  de la radiación UV que nos llega, penetran profundamente en la piel y causan envejecimiento, pero no producen vitamina D.

Solo los rayos UVB (con longitudes de onda entre 290 y 315 nanómetros), que representan el 10% de la radiación ultravioleta, son los que son capaces de activar la producción de vitamina D en la piel.

Por otro lado, los radiación UVB es la que tiene mayor capacidad de inducir cáncer cutáneo ya que dañan directamente el ADN de las células de la piel.

La cantidad de rayos UVB que alcanza la piel depende de factores como la hora del día, la estación del año, la altitud, la latitud y la nubosidad.

En Madrid, por ejemplo, entre noviembre y febrero, el ángulo de cómo incide la  radiación del Sol es tan bajo que prácticamente no recibimos radiación ultravioleta B, por lo que la síntesis de vitamina D es muy complicada.

Por eso, no toda exposición al sol genera vitamina D, y una exposición prolongada o inadecuada puede traer más riesgos que beneficios.

Tipos de radiacion solar y relación con la vitamina D

El papel crucial del fototipo en la producción de vitamina D

El fototipo cutáneo, que clasifica la piel según su color y su reacción a la exposición solar, influye directamente en la capacidad de sintetizar vitamina D.

  • Las pieles claras (fototipos I y II) son fábricas eficientes de vitamina D. Con apenas 7-10 minutos de exposición solar en los meses de verano,  pueden producir cantidades significativas de la misma. Por otro lado, también son las personas que más riesgo tienen de quemarse y desarrollar cáncer de piel.
  • Las pieles oscuras (fototipos V y VI) tienen más melanina, que actúa como un protector solar natural. Esto es genial para prevenir el daño solar, pero también significa que necesitan hasta 6 veces más exposición para producir la misma cantidad de vitamina D.

Beneficios de la vitamina D para el cuerpo y la piel

La vitamina D es una hormona vital que no solo ayuda a mantener huesos fuertes, sino que también juega un papel fundamental en la salud general y en la función de la piel.

  • Salud ósea: Favorece la absorción de calcio y fósforo, esenciales para huesos y dientes fuertes.
  • Sistema inmunológico: Refuerza las defensas del cuerpo contra infecciones y enfermedades.
  • Función muscular: Ayuda a mantener la fuerza y función muscular, reduciendo el riesgo de caídas.
  • Estado de ánimo: Participa en la regulación del ánimo y puede ayudar a prevenir trastornos como la depresión.

En cuanto a la piel:

  • Renovación celular: Contribuye a la reparación y regeneración de tejidos, manteniendo la piel saludable.
  • Propiedades antiinflamatorias: Mejora condiciones como el acné, la psoriasis y el eczema.
  • Protección contra el envejecimiento: Ayuda a prevenir el daño celular y el fotoenvejecimiento.

¿Cuánta exposición solar necesitas realmente?

Como hemos comentado, la cantidad de exposición solar necesaria para producir suficiente vitamina D varía según el fototipo de piel, la hora del día, la latitud, la estación del año y otros factores individuales.

  • Piel muy clara (fototipos I-II): se quema con facilidad y no se broncea. Bastan 10 minutos al día de exposición en brazos y piernas durante actividades cotidianas (pasear, estar en una terraza, etc.).
  • Piel intermedia (fototipos III-IV): se broncea gradualmente y puede quemarse. Requiere entre 15 y 20 minutos diarios. Es el grupo más común en España.
  • Piel oscura (fototipos V-VI): tiene más protección natural frente al sol, pero necesita más tiempo: entre 25 y 30 minutos o más, ya que la melanina actúa como un filtro natural que bloquea los rayos UVB.

Otros factores que influyen

  • Edad: a mayor edad, menor capacidad de producir vitamina D. Un adulto mayor puede generar solo el 20–25% de lo que producía en su juventud.
  • Sobrepeso: la vitamina D se acumula en la grasa corporal, lo que dificulta su circulación en sangre. Por eso, muchas personas con obesidad necesitan más exposición o suplementación.
  • Contaminación: en ciudades con alta polución, la radiación UVB puede reducirse hasta un 50%. Esto limita la síntesis incluso si pasas tiempo al aire libre.

👉Si quieres saber más, no te pierdas nuestro artículo sobre "Los efectos del sol en nuestra piel"

¿Protector solar sí o no para la vitamina D?

Sí, absolutamente. Aunque un protector solar SPF 30 bien aplicado puede bloquear hasta el 95–98% de la síntesis de vitamina D, en la práctica esto rara vez ocurre.

La mayoría de las personas no aplican suficiente cantidad, olvidan zonas o no reaplican con frecuencia, lo que permite que cierta cantidad de radiación UVB llegue a la piel y active la producción de vitamina D.

La clave está en el equilibrio. Para una exposición breve (15–20 minutos al día), puedes dejar zonas como brazos o piernas sin proteger, siempre evitando las horas de mayor radiación solar en verano. Pero la cara, escote y manos deben protegerse siempre, ya que son las zonas más vulnerables al fotoenvejecimiento y al cáncer de piel.

Después de ese breve tiempo, si vas a continuar al sol, el uso de protector solar es fundamental.  En exposiciones prolongadas, como en la playa, la montaña o durante actividades deportivas, no hay excusa: protección total.

Mitos sobre el protector solar y la vitamina D

  • ❌ "El protector solar causa déficit de vitamina D": No necesariamente. En la práctica, no se aplica de forma perfecta, por lo que sigue habiendo síntesis de vitamina D.
  • ❌ "Las personas que usan protector tienen niveles más bajos"
  • Falso. Los estudios muestran que no hay diferencias significativas entre quienes usan protector solar regularmente y quienes no.
  • ❌ "Hay que quemarse o broncearse para producir vitamina D": No es verdad. La producción ocurre mucho antes de que la piel se enrojezca o broncee.

¿Cuándo son necesarios los suplementos de vitamina D?

Aunque la principal fuente de vitamina D es la exposición solar controlada, en ciertos casos los suplementos son necesarios para mantener niveles adecuados y cuidar la salud de la piel y el organismo.

Los dermatólogos evaluamos cada situación y podemos recomendar suplementación cuando la producción natural no es suficiente o existe un déficit comprobado.

La suplementación con vitamina D es recomendable cuando los niveles sanguíneos están por debajo de 30 ng/ml, en grupos de riesgo.

  • Exposición solar insuficiente, ya sea por vivir en zonas con poca luz, por pasar mucho tiempo en interiores o por evitar el sol para proteger la piel.
  • Fototipos altos (piel oscura), que necesitan más tiempo de sol para producir vitamina D.
  • Edad avanzada, ya que la capacidad de sintetizar vitamina D disminuye con los años.
  • Condiciones médicas que afectan la absorción o el metabolismo, como enfermedades hepáticas, renales o trastornos digestivos.
  • Sobrepeso u obesidad, debido a que la vitamina D se “secuestra” en el tejido graso, reduciendo su disponibilidad.

Conclusión: El equilibrio es posible y necesario

La vitamina D es fundamental  y la exposición solar controlada es la mejor manera natural de obtenerla, siempre respetando el equilibrio entre recibir suficiente luz y proteger la piel del daño.

Conocer tu fototipo, elegir el momento adecuado del día para exponerte y entender los factores que afectan la producción de vitamina D te ayudarán a cuidar tu salud de forma inteligente.

Si quieres asesoramiento personalizado sobre cómo proteger y cuidar tu piel, no dudes en solicitar una cita en nuestra clínica. Estamos aquí para ayudarte a cuidar tu piel y tu salud de manera integral.

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