El verano impone desafíos únicos para el cuidado de la piel que se ve dañada por numerosos irritantes externos. Como dermatóloga, mi objetivo es ofrecer una guía clara y efectiva para ayudarte a mantener tu piel saludable y radiante durante estos meses.
Te explico cómo adaptar tus rutinas cosméticas al verano, desmintiendo algunos mitos comunes. También te enseño algunos puntos esenciales para proteger tu piel.
Durante el verano, la piel se enfrenta a numerosos agresores externos, como son: la intensa exposición solar, el aumento de la temperatura y la humedad, el contacto con el cloro de las piscinas o la sal del mar. Todos ellos pueden ser especialmente agresivos para nuestra piel. Por ello es tan importante la protección solar.
El aumento de la exposición a la radiación UV puede causar no solo quemaduras solares, sino también un envejecimiento prematuro y un aumento del riesgo de cáncer de piel. La humedad y el calor pueden agravar el exceso de secreción sebácea, el sudor puede ser un irritante y además puede haber un cambio de la microbiota cutánea, desencadenando en ocasiones brotes de acné o irritaciones cutáneas.
Como dermatóloga, una de las preguntas que más recibo con la llegada del verano es si deberíamos adaptar nuestras rutinas de cuidado de la piel en verano.
Definitivamente sí. El verano exige un enfoque especializado en el cuidado de la piel. Por ejemplo, si normalmente usas cremas más grasas, es aconsejable cambiar a cremas más ligeras que no obstruyan los poros.
Los humectantes con base acuosa, los serums y los geles son ideales para mantener la piel hidratada sin añadir grasa adicional.
Sobre estas cremas emolientes ligeras o bien en forma de serums, es aconsejable aplicar encima una crema con factor de protección solar adecuada.
Recomiendo aplicar un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30, reaplicándolo cada dos o tres horas, especialmente si estás al aire libre.
Existe mucha desinformación sobre el cuidado de la piel en verano. Veámos algunos de los más comunes:
Es una falsa creencia que haya que dejar de usar el retinol en los meses de verano, pero se deben tomar precauciones adicionales, debido a la sensibilidad de la piel al sol, como reducir la dosis y aplicar siempre una buena protección solar.
Todas aquellas personas que no se van a exponer demasiado al sol, y que no tienen tendencia a la aparición de manchas solares o melasma, podrán seguir usando el retinol, a dosis no muy altas, y preferiblemente por la noche.
Las personas que vayan a exponerse más intensamente al sol, o las que tienen melasma o manchas solares, es preferible no utilizar cremas con retinol o bien a concentraciones bajas.
De esta manera, evitamos que la piel esté irritada y que pueda aparecer una hiperpigmentación postinflamatoria.
Las cremas con retinol o con derivados del ácido retinoico no producen manchas solares, pero es cierto que al tener un efecto queratolítico, la capa córnea, que es la capa más superficial de la piel, está disminuida lo que hace que nuestra piel esté menos protegida frente a la radiación solar.
No es necesario dejar de usar vitamina C durante los meses de verano. De hecho, puede ser particularmente beneficiosa durante esta época del año, ya que es un potente antioxidante que ayuda a neutralizar los radicales libres generados por la exposición al sol.
Hay que tener en cuenta que se debe usar de forma siempre que no vayamos a hacer una exposición solar en exceso, como pasar todo el día en la playa o tomar el sol.
En este caso te recomiendo aplicar este producto por la noche, en lugar de por la mañana, porque aunque es probable que no se oxiden, , siempre nos va a dar más seguridad.
Aunque es útil, el maquillaje con SPF generalmente no se aplica en la cantidad necesaria para ofrecer la protección completa que un protector solar tradicional proporciona.
Por ello, te recomiendo usar un protector solar independiente debajo del maquillaje para asegurar una cobertura adecuada contra los rayos UVA y UVB.
El uso de protectores solares orales puede ofrecer un cierto grado de protección contra el daño solar, ya que contiene polypodium leucotomos, una planta con propiedades protectoras contra el daño solar y beneficios potenciales para la piel, así como carotenoides y antioxidantes.
Sin embargo, no deben utilizarse como sustituto del protector solar tópico, si no como un complemento a los protectores solares tradicionales.
Están especialmente indicados en pacientes que se queman fácilmente, personas con antecedentes de cáncer de piel y aquellas que se exponen intensamente a la radiación solar. En este artículo te explico como protegerte correctamente del sol.
Aunque aplicar el protector solar unos 20 minutos antes de la exposición solar es una práctica segura y recomendada para asegurar la máxima protección, estudios han demostrado que con aplicarlo 5 min antes es suficiente.
Lo más importante, con respecto al protector solar es aplicarlo de forma recurrente cada 2 h y sobre todo aplicarlo tras salir del agua, ya que aunque algunos protectores sean “resistentes al agua”, la mayoría pierden sus propiedades.
Los dermatólogos hemos observado que la mayoría de las personas aplican una cantidad insuficiente de cremas de protección solar. Por este motivo, la reaplicación de los mismos nos garantiza una mejor protección.
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