El melasma y el léntigo solar son hiperpigmentaciones completamente diferentes: el melasma es una condición crónica hormono-dependiente que aparece simétrica y difusa requiriendo control permanente, mientras que el léntigo solar es una mancha definida y suele responder bien a tratamientos puntuales con láser. Ambos empeoran y aparecen el abuso de la exposición solar.
"Doctora, llevo dos años gastando fortunas en cremas antimanchas y las manchas siguen igual o peor". Esta frase la escucho casi a diario en mi consulta de Dermaniac. Y cuando examino a la paciente con la lámpara de Wood, descubro el problema: está tratando un melasma como si fuera un léntigo solar. O peor aún, tiene ambos y solo está tratando uno.
Después de 15 años como dermatóloga en Madrid, he visto cientos de casos de hiperpigmentación mal diagnosticados y, consecuentemente, mal tratados. La diferencia entre melasma y léntigo solar no es solo académica; determina completamente el enfoque terapéutico y las expectativas de mejora.
Lo que más me frustra es ver pacientes que han empeorado su melasma con láseres agresivos pensando que era una "mancha de sol" común. O personas mayores preocupadas porque su léntigo "no responde a las cremas" cuando en realidad necesitan dos sesiones de láser para eliminarlo completamente. El diagnóstico correcto lo cambia todo.
Autodiagnosticarse las manchas en casa es muy arriesgado, ya que melasma y léntigos solares pueden coexistir o superponerse y requieren evaluación profesional con luz de Wood y dermatoscopia.
Es importante una evaluación cuidadosa de ambas lesiones, y en el caso de los léntigos solares es muy importante el estudio dermatoscópico para confirmar que se trata de un léntigo solar benigno y no de un melanoma.
El manejo inadecuado de estas entidades tiene consecuencias reales:
Mientras un léntigo bien tratado desaparece en pocas sesiones, el melasma necesita un enfoque más crónico y mantenido en el tiempo. Por eso, la clave del éxito está en un diagnóstico profesional y un tratamiento selectivo y personalizado para cada tipo de mancha.
El melasma es una hiperpigmentacion adquirida que afecta principalmente a las mujeres (90%). Suele ser simétrico y se tiende a localizar en la frente, las mejillas y en la piel del labio superior. Se desencadena por cambios hormonales y la exposición a la radiación UV. Precisa un tratamiento continuo porque tiende a recurrir.
Las señales diagnósticas que no fallan
El melasma no es solo una mancha; es un desorden complejo donde los melanocitos se vuelven hiperactivos produciendo mayor cantidad de melanina. .
Los triggers hormonales son múltiples. Embarazo (cloasma), anticonceptivos orales, terapia hormonal sustitutiva. Una paciente desarrolló melasma severo tras empezar a tomar anticonceptivos.
El componente vascular es crucial y a menudo ignorado. Con el dermatoscopio veo telangiectasias (venitas) en las zonas de melasma o bien se observa un eritema difuso. El VEGF (factor de crecimiento vascular) está elevado y en muchos casos es por eso que añadimos al tratamiento antiinflamatorios locales.
Sin tratamiento, el melasma sigue su curso natural que he documentado en pacientes que abandonan o rechazan tratamiento:
El léntigo solar es una mácula hiperpigmentada benigna causada por proliferación localizada de melanocitos debido al daño solar acumulado. Son manchas color café con leche bien delimitadas de 5-15mm que se localizan principalmente en las zonas fotoexpuestas. Suele responder a tratamientos ablativos con fuentes de luz.
A diferencia del melasma caprichoso, los léntigos responden predeciblemente al tratamiento. Es física simple: destruyes los melanocitos hiperpigmentados, la mancha desaparece. No hay componente hormonal, no hay memoria, no hay recurrencia (en esa zona específica).
En Dermaniac, mi protocolo para léntigos es directo: láser ablativo o luz intensa pulsada. En una o dos sesiones conseguimos eliminarlos. El láser fragmenta la melanina y los macrófagos la eliminan.
La satisfacción del paciente es alta, aunque pueden volver a aparecer al cabo de los años o bien nuevos léntigos que podemos volver a tratar.
Los léntigos son el karma de tu juventud solar. Cada quemadura, cada sesión de rayos UVA, cada día sin protector... Todo suma. En pacientes pelirrojos o muy blancos, veo léntigos desde los 35. En pieles mediterráneas, aparecen hacia los 45-50.
La prevención es simple pero requiere disciplina. SPF50 diario, reaplicación cada 2 horas en exteriores, sombrero de ala ancha, evitar la exposición solar al mediodía.
Pero seamos realistas: si ya tienes 50 años y múltiples léntigos, el daño está hecho. Podemos eliminar los actuales, pero aparecerán nuevos si no cambias hábitos.
Nuestro protocolo comienza con evaluación mediante luz de Wood y dermatoscopia digital, seguido de tratamiento específico: para léntigos usamos láser con una respuesta de un 60-85% en 1-2 sesiones, para el melasma aplicamos triple terapia tópica + peelings suaves + y en ocasiones algún fármaco oral logrando control en 70% de casos.
El melasma tarda en curarse, se controla con un enfoque escalonado:
Los léntigos responden rápido y con resultados visibles:
El tratamiento selectivo es clave: se preparan las áreas con despigmentantes para proteger el melasma, luego se aplica láser solo sobre léntigos, seguido de intensificación del control del melasma. Esto requiere precisión para evitar empeorar la pigmentación y logra hasta un 80% de éxito en Dermaniac.
Después de examinar y tratar miles de casos de hiperpigmentación en Dermaniac, tengo una certeza absoluta: la diferencia entre melasma y léntigo solar no es un detalle académico, es la base de todo el tratamiento.
Si tienes manchas en la cara y no sabes exactamente qué son, no pierdas tiempo ni dinero en tratamientos a ciegas. Un léntigo solar puede desaparecer en dos sesiones de láser. Un melasma mal tratado puede perseguirte durante años. La evaluación profesional con dermatoscopia no es un lujo; es una necesidad.
Lo más importante que quiero transmitir es que no todas las manchas son iguales, y tratarlas como si lo fueran es el camino al fracaso. En nuestra clínica de Madrid, cada mancha tiene su protocolo, cada paciente su plan personalizado. Porque en dermatología, como en la vida, los detalles marcan la diferencia entre el éxito y la frustración.