El efluvio telógeno provoca una caída difusa y temporal del cabello cuando múltiples folículos entran prematuramente en fase de caída , típicamente 2-3 meses después de un evento estresor desencadenante - y sí, es reversible en el 95% de los casos.
Déjame adivinar: estás en la ducha y al enjuagarte ves más pelo del normal en el desagüe. Pasas la mano por tu cabello y quedan varios pelos entre tus dedos. La almohada amanece con más cabello del habitual. Y lo peor: cuando te haces una coleta, notas que está más fina.
Entiendo perfectamente esa angustia. Ver cómo tu pelo cae en cantidades alarmantes asusta, pero la buena noticia es que en el 80% de los casos puede tratarse de un efluvio telógeno, y si lo es, recuperarás tu densidad capilar en unos meses.
Lo que está pasando no es que tus folículos mueran. Es que han decidido, todos a la vez, tomarse unas vacaciones. Y cuando digo "todos a la vez", me refiero a que hasta un 30% de tu cabello puede entrar en fase de caída simultáneamente, cuando lo normal es que solo el 10% se encuentre en esa fase.
El efluvio telógeno es una caída difusa y generalmente reversible que ocurre cuando un número anormalmente alto de folículos pilosos entra en la fase de caída (telógena) del ciclo capilar.
El efluvio telógeno se distingue porque la caída es difusa por todo el cuero cabelludo, no hay zonas calvas definidas, y el folículo permanece sano, no dañado ni miniaturizado como en la alopecia androgenética.
La diferencia fundamental que veo cada día en consulta es esta: cuando examino con el dermatoscopio a una paciente con efluvio telógeno, veo folículos perfectamente sanos y pelos de un grosor homogéneo sin otros datos que sugieran otro tipo de alopecia.
Sin embargo, cuando veo una alopecia androgenética, observo algo completamente distinto: folículos que se van miniaturizando progresivamente, pelos cada vez más finos hasta convertirse en vello. Es un proceso lento y progresivo, no esta caída súbita y dramática del efluvio.
Cada folículo piloso tiene su propio reloj biológico con tres fases:
Normalmente, tus 100.000 folículos (sí, tienes tantos) están desincronizados. Mientras unos crecen, otros descansan y otros caen. Por eso pierdes 50-100 pelos al día sin notarlo. Es el recambio natural.
Pero cuando algo estresa tu sistema - y ahora veremos qué cosas exactamente - muchos folículos que estaban creciendo felizmente pasan de golpe a la fase telógena. El problema es que no lo notas inmediatamente, si no que ocurre a los pocos meses del evento estresor.
Los síntomas del efluvio telógeno se reconocen por ciertos patrones característicos:
Los desencadenantes más frecuentes del efluvio telógeno incluyen estrés físico o emocional severo, cambios hormonales, deficiencias nutricionales, enfermedades sistémicas, ciertos medicamentos y pérdida de peso rápida - actuando típicamente 2-3 meses antes del inicio de la caída.
En mis años tratando el efluvio telógeno en Dermaniac, he identificado patrones clarísimos. Y no, no es solo "estrés" como respuesta genérica.
El diagnóstico del efluvio telógeno combina historia clínica detallada buscando triggers 2-3 meses atrás, exploración física con test del tirón positivo difuso, tricoscopia mostrando pelos normales y puntos amarillos, y analítica para descartar causas tratables.
En Dermaniac tengo un protocolo muy establecido para el diagnóstico. No es solo mirar el pelo y decir "es efluvio telógeno". Necesito estar segura, porque el tratamiento y pronóstico son muy diferentes según el tipo de alopecia.
El primer paso es indagar en los eventos ocurridos 2–3 meses antes del inicio de la caída. Se buscan desencadenantes como infecciones, cirugías, partos, pérdidas de peso rápidas, cambios de medicamentos o situaciones de estrés agudo.
También se explora el uso de fármacos conocidos por provocar efluvio (anticoagulantes, retinoides, betabloqueantes, algunos antidepresivos). Además, se interroga por síntomas asociados que puedan orientar a causas subyacentes: cansancio (déficit de hierro), intolerancia al frío o piel seca (hipotiroidismo), menstruaciones abundantes (ferropenia).
El test del tirón o la pilotracción suele ser positivo.
También se emplea la tricoscopia que permite examinar el cuero cabelludo y el cabello con un dermatoscopio para poder ver:
Las analíticas de laboratorio ayudan a identificar causas tratables que podrían estar contribuyendo a la caída del cabello. No se trata de pedir muchos exámenes al azar, sino de una selección dirigida según la sospecha clínica. Como por ejemplo:
El tratamiento del efluvio telógeno se enfoca en eliminar el trigger cuando es posible, corregir deficiencias nutricionales específicas, considerar minoxidil tópico/oral en casos severos para acelerar la recuperación, y sobre todo, dar tiempo al ciclo capilar para normalizarse - típicamente 3-6 meses.
Seré honesta: no existe una píldora mágica para el efluvio telógeno, hay que esperar a que termine la fase de caída y estar tranquilos porque el cabello caído se recupera. Solemos realizar un protocolo que funciona en mi consulta.
Lo más importante es reconocer la causa: estrés agudo, déficit nutricional, enfermedad, cambio hormonal o fármaco y siempre que sea posible, modificar o eliminar el factor
Por ejemplo si identifico un medicamento causante y es seguro suspenderlo, esa es la prioridad. Si hay déficit de hierro, lo suplementamos. Si hay hipotiroidismo, derivamos al endocrino. Parece obvio, pero muchos pacientes llegan habiendo probado mil lociones sin haber tratado la causa de base.
En el caso de la suplementación con hierro, esta debe ser estratégica (formulación adecuada, combinada con vitamina C, evitando café o té) y requiere paciencia, ya que la normalización puede tardar 3–4 meses.
¿Doctora, necesito minoxidil?" - pregunta inevitable. Mi respuesta depende de varios factores. Si el efluvio es leve-moderado y hemos identificado y tratado la causa, prefiero esperar. El pelo volverá solo.
Pero si la caída es severa, si la paciente está muy angustiada, o si ya han pasado 6 meses sin mejoría, considero el minoxidil. No porque sea imprescindible, sino porque puede acelerar la recuperación y dar sensación de control.
Eso sí, advierto sobre el "shedding" inicial: el minoxidil puede provocar más caída las primeras 2-4 semanas. Es pelo que iba a caer de todos modos, pero asusta. No obstante, este evento es infrecuente.
El mercado está inundado de suplementos "anticaída". La mayoría, siendo generosos, son innecesarios. Siendo realistas, son un gasto inútil.
En mi protocolo, solo recomiendo lo que tiene evidencia científica y ayudan a que la fase de crecimiento del pelo sea adecuada.
Es recomendable además, mientras esperamos la recuperación, ser cuidadoso con el pelo y no exponerlo a decoloraciones, alisados químicos, calor excesivo y coletas muy tirantes.
Es fundamental explicar al paciente que la caída es temporal y que el cabello suele recuperarse en 3–6 meses. Aunque la densidad capilar previa, en algunos casos, no se recupera del todo hasta los 12 meses Monitorear evolución con revisión clínica y, si es necesario, repetir analíticas para asegurar que los déficits se han corregido.
La ansiedad por la caída del pelo puede perpetuar el efluvio telógeno. Técnicas de manejo del estrés, mindfulness, yoga... no son "tratamientos capilares" per se, pero he visto diferencias notables en pacientes que los incorporan.
La recuperación del efluvio telógeno sigue un patrón predecible: la caída excesiva cesa en 3-6 meses, los nuevos pelos empiezan a crecer inmediatamente pero tardan 3-4 meses en ser visibles, y la densidad normal se recupera típicamente en 6-12 meses desde el inicio.
Esta es la pregunta del millón en cada consulta. Y aunque cada caso es único, hay patrones que se repiten.
Primero, la caída se estabiliza. No es gradual; un día simplemente notas que ya no cae tanto pelo. Generalmente ocurre 2-3 meses después del inicio.
Luego viene la fase de recuperación activa. Aquí es cuando empiezo a ver en la tricoscopia esos pelitos cortos, nuevos, creciendo por todas partes. Son la prueba de que los folículos han despertado.
El efluvio telógeno puede asustar por lo repentino de la caída, pero en la mayoría de los casos es reversible. La clave es identificar la causa, tratarla y darle a tus folículos entre 6 y 12 meses para recuperarse. Con el enfoque correcto, tu cabello volverá con fuerza y densidad.
Si estás en Madrid y notas caída difusa y repentina de tu cabello, no esperes más: en Dermaniac somos especialistas en tricología. Evaluamos tu caso de manera personalizada, detectamos la causa exacta y te guiamos paso a paso hacia la recuperación.
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