Dermatitis Atópica: ¿Qué es y cómo tratarla?

Dra. Elena Vargas, médico colegiada especialista en dermatología quirúrgica, estética y venereología
Dra. Elena Vargas
4/12/2024
dermatitis atópica

La dermatitis atópica, conocida también como eccema atópico, es una condición cutánea crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo.

Aunque es más común en niños, también afecta a adultos, presentándose con síntomas que pueden ir desde una leve irritación hasta brotes más severos que dificultan las actividades cotidianas.

¿Qué es la dermatitis atópica?

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que provoca sequedad, picor intenso, enrojecimiento y lesiones en forma de manchas rojas con descamación y costras.

Se asocia con una respuesta inmune hiperactiva, lo que significa que el cuerpo reacciona de manera exagerada a ciertos factores desencadenantes.

Aunque puede aparecer en cualquier etapa de la vida, es más común en los niños, afectando entre un 10% y un 20% de los menores de cinco años. En la mayoría de los niños con dermatitis atópica la enfermedad se resolverá antes de la adolescencia. Sin embargo, la dermatitis atópica del adulto tiende a ser crónica y a evolucionar en forma de brote.

-Síntomas de la dermatitis atópica

Los síntomas pueden variar de una persona a otra, y la intensidad puede cambiar a lo largo del tiempo. Estos son los más frecuentes:

  • Picor persistente: a veces es muy intenso e interfiere con el sueño o con las actividades diarias.
  • Zonas de piel seca y escamosa: Suelen aparecer en áreas como la cara, , las manos, los flexuras de los brazos y detrás de las rodillas.
  • Enrojecimiento: La piel afectada puede volverse roja e inflamada.
  • Engrosamiento cutáneo: Con el tiempo, la piel puede endurecerse debido al rascado constante.
  • Aparición de pequeñas ampollas o grietas: En casos severos, y cuando la dermatitis afecta a las palmas o a las plantas.

La localización y distribución de las lesiones de dermatitis atópica también pueden variar. En los bebés, es común verlas en las mejillas, mientras que en los niños mayores y en los adultos, los brotes suelen aparecer en los pliegues como el cuello, las muñecas, los flexuras de los brazos o detrás de las rodillas.

Reconocer estos síntomas es clave para buscar tratamiento temprano y prevenir que la condición empeore.

-Causas de la dermatitis atópica

La dermatitis atópica es una enfermedad que tiende a ser crónica y evoluciona en forma de brotes. No obstante es característico que la piel de estos pacientes tienda a estar seca y a veces algo roja de forma constante. Cuando hay un brote aparecen las lesiones de eczema típicas en forma de parches rojos y descamados y el picor se hace más intenso.

Aunque no se conoce una causa exacta, sabemos que se trata de una enfermedad inmunológica y que varios factores contribuyen a su desarrollo:

  • Genética: Si alguien en tu familia tiene alergias, asma o rinitis alérgica, es más probable que desarrolles dermatitis atópica.
  • Alteración de la barrera cutánea: La piel pierde su capacidad para retener el agua  y protegerse de irritantes.
  • Factores ambientales: Cambios climáticos, alérgenos, productos químicos o incluso el estrés pueden desencadenar brotes.
  • Sistema inmunológico hiperactivo: La respuesta exagerada del cuerpo a estímulos comunes es un elemento clave.

sintomas dematitis atópica

¿Es lo mismo la dermatitis atópica que la alergia?

No, la dermatitis atópica y la alergia cutánea no son lo mismo.

Una alergia cutánea es una reacción alérgica que ocurre cuando el sistema inmunológico responde de manera exagerada e inmediata a sustancias específicas (alérgenos) como ciertos alimentos, medicamentos, productos cosméticos o incluso metales.

Esta reacción puede causar erupciones en la piel tipo, urticaria, reacciones eczematosas o incluso liquenoide. Aunque ambas condiciones pueden presentar síntomas similares, como el enrojecimiento de la piel y la picazón, la dermatitis atópica es una afección más crónica y relacionada con la predisposición genética, mientras que una alergia cutánea suele ser una respuesta inmediata del sistema inmunológico a un alérgeno específico.

¿Cuál es la diferencia con otros tipos de dermatitis?

La dermatitis atópica es un tipo específico de dermatitis, pero existen varios tipos de dermatitis, y cada uno tiene características y causas particulares. Por ejemplo:

  • Dermatitis Seborreica: Suele aparecer en zonas con más glándulas sebáceas, como el cuero cabelludo, la cara o la parte superior del pecho. Causa descamación, enrojecimiento y, a veces, picor, pero no está relacionada con la piel atópica ni con factores alérgicos.
  • Dermatitis de contacto: Este tipo ocurre cuando la piel entra en contacto con sustancias irritantes o alérgenos, como productos de limpieza, cosméticos o metales. A diferencia de la dermatitis atópica, la dermatitis de contacto no es crónica y los síntomas suelen desaparecer al evitar el contacto con la sustancia que la causa.
  • Dermatitis Numular: También conocida como eccema numular, se caracteriza por manchas eczematosas con forma redondeada o numular,   que suelen picar mucho. Aunque pueden parecer los brotes de dermatitis atópica, este tipo no tiene un componente genético o inmunológico directo. Se asocian más a la piel seca.
  • Eczema dishidrotico: Aparece principalmente en las manos y los pies, en forma de pequeñas ampollas llenas de líquido que se forma característica provoca un picor intenso.

¿Cómo se trata la dermatitis atópica?

El tratamiento de la dermatitis atópica tiene dos objetivos principales: controlar los brotes y prevenir su aparición. Aunque no existe una cura definitiva, un manejo adecuado puede mejorar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. Aquí te explicamos los puntos clave:

1. Hidratación diaria y cuidado de la piel

Mantener la piel hidratada es fundamental. Usar cremas o emolientes específicos para piel atópica ayuda a restaurar la barrera cutánea, reduciendo la sequedad y la sensibilidad. Este paso es clave incluso cuando no hay brotes.

Además de la hidratación, es importante seguir rutinas específicas, como duchas cortas con agua tibia y el uso de limpiadores suaves. Esto ayuda a mantener la piel en mejor estado entre brotes.

2. Tratamiento de los brotes

Durante los brotes, es necesario reducir la inflamación y calmar el picor. Para ello, los especialistas suelen recomendar:

  • Corticoides tópicos: Ayudan a reducir rápidamente la inflamación.
  • Inmunomoduladores tópicos: Alternativas a los corticoides en ciertas áreas sensibles o para uso prolongado.
  • Antihistamínicos orales: Pueden ser útiles para aliviar el picor, sobre todo por la noche.

3. Evitar desencadenantes

Identificar y minimizar los factores que agravan los brotes es esencial. Esto incluye:

  • Evitar productos irritantes, como jabones agresivos o detergentes con fragancias, cosméticos, lacas ungueales
  • Utilizar ropa de algodón o de lino y evite tejidos sintéticos o lana.
  • Usar a diario cremas emolientes o hidratantes específicas para la piel atópica
  • Controlar los niveles de estrés
  • Disminuir el contacto con el agua, evitando las duchas largas o los baños calientes, siendo preferible duchas cortas con agua tibia
  • Evitar ir a piscinas o el ejercicio intenso ya que el sudor puede empeorar los eczemas.

4. Terapias adicionales

En casos graves o pacientes con dermatitis atópica grave son necesarios el uso de fármacos inmunosupresores como los corticoides primales, el metotrexato o la ciclosporina o nuevas terapias en forma de fármacos biológicos como el dupilumab o los fármacos inhibidores de Jak.

En nuestra clínica dermatológica en Madrid somos especialistas en el diagnóstico y tratamiento de la dermatitis.

Si tienes dudas o necesitas ayuda para controlar esta condición, ¡Contáctanos!

Tu piel merece el mejor cuidado.

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