Hasta el 30% de los pacientes con psoriasis van a desarrollar artritis psoriásica. Esta consiste en una enfermedad inflamatoria crónica que suele aparecer en pacientes con psoriasis previas, pero en ocasiones, hay pacientes que desarrollan artritis psoriásica sin presentar lesiones en la piel.
Si tienes psoriasis y últimamente sientes que tus articulaciones "no están bien", este artículo puede ser revelador. Porque hay algo que muchos pacientes no saben: tu dermatólogo puede ser la primera línea de defensa contra una enfermedad que va mucho más allá de la piel.
Como dermatóloga experta y directora de la clínica Dermaniac en Madrid, lo veo constantemente: Pacientes que vienen por sus placas de psoriasis y casualmente mencionan que les duelen las manos por las mañanas. Esa 'casualidad' puede ser la clave para detectar artritis psoriásica años antes de que cause daño irreversible.
La artritis psoriásica es una enfermedad autoinmune donde el sistema inmunitario ataca erróneamente tanto la piel como las articulaciones, causando inflamación crónica que puede llevar a generar un daño permanente articular si no se trata adecuadamente.
Para entender la artritis psoriásica, primero hay que entender que la psoriasis nunca fue "solo una enfermedad de la piel". Es una enfermedad sistémica, inflamatoria, donde el sistema inmune está desregulado. Esa desregulación puede manifestarse en la piel (lo más visible), pero también en las articulaciones, y ahí es donde entra la artritis psoriásica.
Imagina tu sistema inmune como un ejército que debería protegerte. En la artritis psoriásica, ese ejército recibe órdenes equivocadas y ataca tus propios tejidos. En la piel provoca las placas características de psoriasis, mientras. que en las articulaciones causa inflamación, dolor, y con el tiempo, destrucción del cartílago y del hueso.
Lo fascinante (y frustrante) es que no hay un patrón fijo. Algunos pacientes tienen psoriasis severa con artritis leve. Otros, psoriasis mínima con artritis severa. Incluso hay casos donde la artritis aparece años antes que las lesiones cutáneas, complicando el diagnóstico.
A nivel molecular, tanto la psoriasis como la artritis psoriásica comparten vías inflamatorias comunes. Citoquinas como el TNF-alfa, la IL-17, la IL-23…son nombres complejos que representan las "señales de ataque" que causan inflamación. Por eso los mismos tratamientos pueden mejorar tanto la piel como las articulaciones.
Cuando veo a un paciente con psoriasis, no solo miro la piel. Busco señales sutiles de afectación articular. Un dedo ligeramente hinchado, cambios en las uñas, rigidez matutina que el paciente ni menciona porque piensa que es 'normal'... Son pistas que pueden cambiar completamente el manejo de la enfermedad.
Ante la sospecha de artritis psoriásica el paciente debe acudir a un reumatólogo para valoración.
Sí, hay componente genético. Si tienes familiares con psoriasis o artritis psoriásica, tu riesgo aumenta. Sin embargo, los factores ambientales juegan un papel crucial:
Aquí viene lo crucial: los síntomas iniciales de artritis psoriásica son sutiles y fáciles de ignorar o atribuir a "la edad", "el trabajo", "el gym"... Pero para un dermatólogo experto son banderas rojas imposibles de ignorar.
El dermatólogo tiene una posición privilegiada para detectar artritis psoriásica precozmente, ya que la mayoría de pacientes desarrollan psoriasis años antes que síntomas articulares.
El diagnóstico de artritis psoriásica no es sencillo. No hay un test único que diga "sí" o "no". Es un puzzle donde cada pieza cuenta, y el dermatólogo a menudo tiene las primeras piezas.
En clínicas especializadas como Dermaniac analizamos:
El tratamiento moderno de la artritis psoriásica requiere abordar simultáneamente piel y articulaciones, con terapias sistémicas que han revolucionado el pronóstico de la enfermedad.
Aquí viene la revolución. Hace 20 años, tratábamos la piel por un lado y las articulaciones por otro. Hoy entendemos que es una enfermedad única que requiere tratamiento integral.
En casos leves, donde la inflamación articular es mínima y las lesiones cutáneas son limitadas, se pueden usar tratamientos más conservadores:
Cuando la enfermedad es más activa o persistente, se necesita un enfoque más potente: los tratamientos sistémicos, que actúan sobre todo el organismo y modifican el curso de la enfermedad.
No existe una única respuesta correcta. La elección del tratamiento depende de varios factores:
La experiencia en Dermaniac muestra que la personalización es clave. Con tratamiento adecuado, la mayoría de pacientes con artritis psoriásica pueden llevar vidas plenas, activas y sin limitaciones significativas - el futuro es radicalmente diferente al pasado.
La artritis psoriásica es una enfermedad silenciosa, pero tratable. Lo más importante es detectarla a tiempo, y ahí tu dermatólogo tiene un rol clave.
Si tienes psoriasis y sientes dolor en las articulaciones, rigidez por las mañanas, hinchazón o fatiga persistente, no lo ignores. No es “parte normal” de tener psoriasis. Es una señal. Y cuanto antes se actúe, mejor será el pronóstico.
En Dermaniac, pacientes que llegaron con dolor y frustración hoy viven sin limitaciones.
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